Ayer se celebro la magnífica Charla titulada "Será tu bebé... si tú quieres. Discurso Ético sobre la problemática del aborto" a cargo de D. Vicente Rodríguez García, en la cual habló sobre la negativa al aborto, ya que se trata de matar a una persona antes de que nazca.
También estableció los pilares por los que argumentan poder abortar y son el querer la igualdad de la mujer en el sexo (poder realizar sexo sin consecuencias), el negocio de las clínicas que se dedican a abortar, y el argumento de no ser humano hasta que no nace. Todos esto es erròneo, ya que ambos sexos no son, ni deben ser iguales (desde el punto de vista físico) son complementarios, las clínicas y los médicos están para salvar vidas no para destruirlas (haya dinero o no de por medio), y al cortar el ciclo del embarazo se destruye una vida humana, que puede no serlo en el momento del aborto, pero sin duda llegará a serlo si este no se produce.
La charla no estuvo vista desde el punto de vista religioso, ya que intentó mostrar comentarios y citas de personas no relacionadas con la Iglesia para así demostrar que la postura en contra del aborto no es una postura solamente cristiana. Entre otros citó al filósofo Gustavo Bueno y a Victoria Gómez Ceñal la cual escribió una carta al periódico ABC el 1 de abril de 2009, que dice lo siguiente:
"Tengo 31 años y hace cinco aborté. Sabía lo que hacía. No soy creyente. He conseguido rehacer mi vida, soy abogada y tengo un trabajo normal. No me he casado aún.
Se está armando un enorme revuelo con el tema del aborto en estos días y creo que se enfoca mal este asunto. He rehecho mi vida pero no me olvido de que suprimí voluntariamente la vida de un ser, no sé si era niño o niña, distinto a mí. Me he preguntado muchas veces por qué lo hice. Y solamente se me ocurre que lo hice porque no había recibido una adecuada educación ni humana, ni en valores, ni sexual.
Me he dado cuenta de que no tengo derecho a suprimir la vida de otro ser humano, me he dado cuenta de que el amor de una mujer y un hombre debe ser para siempre porque si no es para siempre creo que no hay amor sino placer egoísta. Y he llegado a la conclusión de que las relaciones sexuales hay que limitarlas responsablemente dentro del contrato matrimonial. Si se exponen las cosas de otra manera, el resultado lo he vivido en mí misma: maté a un ser humano y no le deseo a nadie que pase lo que yo pasé."
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